Que pasaria si todos fueran vegetarianos

Saludos, hece poco leí este artículo de la revista NewScientist y me pareció muy interesante.
En el se habla del impacto ambiental que tiene la ganadería, de qué pasaría si todo el mundo fuera vegetariano y cuales serían los efectos que esto tendría, también se mencionan dos posibles soluciones al problema que plantea la -cada vez mayor- demanda de carne en el mundo.
Quiero dejar en claro que no estoy a favor con todo lo que se dice en el artículo, y me parece que el autor, en ocasiones, hace análisis un poco superficiales; pero creo que podría servir para hacer un poco de reflexión, intercambiar ideas e incluso iniciar un debate.
La traducción es mía, de antemano agradezco cualquier corrección o sugerencia para hacerla más entendible.

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Mundo vegetariano: Por qué comer verduras no salvará al planeta.
Por Bob Holmes
New Scientist, 20 de julio del 2010


MUNDO VEGETARIANO: Alrededor del 20% de la población mundial es vegetariana.



Si usted es un típico occidental, usted comió casi 100 kilogramos de carne el año pasado. Esto fue, casi con total seguridad, la parte más costosa de su dieta, especialmente en términos ambientales. El clamor para incitar a la gente a comer menos carne para salvar al planeta, es cada vez más fuerte. "Menos carne = menos calor”, proclamó Paul McCartney, previo a la conferencia sobre el calentamiento global, celebrada el pasado mes de diciembre en Copenhague. Y esta revista recientemente recomendó comer menos carne como una manera de reducir nuestra huella ambiental.
Si consumir menos carne es bueno, ¿no consumirla sería aún mejor? Se podría pensar eso. "En el mundo desarrollado, la forma más eficaz para reducir el impacto ambiental de la dieta, a título personal, es volverse vegetariano o vegano", dice Annette Pinner, directora en jefe de la Sociedad Vegetariana del Reino Unido.
Parece muy obvio, pero ¿realmente es así de simple? Para averiguarlo, imaginemos qué pasaría si el mundo entero decidiera eliminar la carne, la leche y los huevos de su dieta, a continuación indaguemos cómo se propagarían los efectos a través de las actividades agropecuarias, el medio ambiente y la sociedad. El resultado podría sorprenderle.
En 2008 el mundo consumió cerca de 280 millones de toneladas de carne, 700 millones de toneladas de leche y 1,2 mil millones de huevos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Ambientalmente hablando, esto tuvo un costo enorme.

SED DE LECHE: La producción de leche casi se ha duplicado desde 1970.



PRODUCCIÓN MUNDIAL DE HUEVOS: El número de huevos que se producen en la actualidad es más del triple que en 1970.




AUMENTO EN LA PRODUCCIÓN MUNDIAL DE CARNE: El pollo ha visto el mayor aumento en su producción, produciéndose en 2008 seis veces más que en 1970.


Todas las actividades agropecuarias dañan al medio ambiente –piense en todos los bosques talados y las praderas barbechadas, el agua de riego, el estiércol, el combustible para los tractores, los pesticidas y los fertilizantes. Las actividades agropecuarias producen más gases de efecto invernadero que todos los medios de transporte juntos, y contribuyen a muchos otros problemas, desde la contaminación por nitrógeno a la erosión del suelo.
La ganadería es la actividad agropecuaria que más daños ambientales provoca. En parte, esto se debe a que la mayoría del ganado come granos que podrían utilizarse para alimentar personas. Tan poco como un 10 por ciento de esos granos se transforman en carne, leche o huevos, por lo que el ganado amplifica el impacto ambiental de la agricultura al obligarnos a producir más granos de los que de otra manera necesitaríamos.
Como una medida aproximada de cuánto más, considere que el ganado consume alrededor de un tercio de la cosecha de granos del mundo. Así que en una primera aproximación, un mundo vegano necesitará sólo dos tercios de las tierras de cultivo utilizadas en la actualidad. Por supuesto, esto es sólo parte de la historia: la carne y la leche representan alrededor del 15 por ciento de las calorías ingeridas por los seres humanos, por lo que tendríamos que comer más granos para compensar su pérdida. En total, el cambio a una dieta vegana reduciría la cantidad de tierras dedicadas a cultivos en un 21 por ciento -alrededor de 3,4 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente el tamaño de la India.


CENSO DE GANADO: El número de reses y cerdos criados para la obtención de alimento se ha incrementado rápidamente desde 1970.


Esta reducción tendría un efecto enorme sobre el impacto ambiental de la agricultura. Tomemos la contaminación por nitrógeno, que puede conducir a la eutrofización de lagos. Como un ejemplo en pequeña escala, la científico ambiental Allison Leach, de la Universidad de Virginia en Charlottesville calculó que si todos en su universidad eliminaran la carne de su dieta, se reduciría la huella de nitrógeno de la universidad -la cantidad de nitrógeno liberado al medio ambiente por todas las actividades- en un 27 por ciento. Esto se debe principalmente a la reducción del uso de fertilizantes y de la cantidad de nitrógeno procedente del estiércol. Leach descubrió que si todos dieran un paso más y también eliminaran los productos lácteos y los huevos, la huella de nitrógeno de la universidad caería en un 60 por ciento.
La ganadería no sólo afecta al medio ambiente en términos de nitrógeno. Las estadísticas mundiales son difíciles de conseguir, pero al menos en los EE.UU., la ganadería provoca el 55 por ciento de la erosión del suelo y el 37 por ciento del uso de plaguicidas. Además, la mitad de todos los antibióticos que se fabrican son suministrados al ganado, a menudo como parte normal de su dieta, una práctica que está dando lugar a bacterias resistentes a los antibióticos.
Eso no es todo. El ganado también es una fuente importante de gases de efecto invernadero. Gran parte en forma de metano -un gas de efecto invernadero, especialmente potente- producido por microbios en los intestinos de animales de pastoreo, como bovinos y ovinos, y que eventualmente, es arrojado a la atmósfera. La ganadería también es responsable de una gran cantidad de dióxido de carbono, en su mayor parte resultado de la tala de bosques para el pastoreo, o de cuando el sobrepastoreo y la erosión del suelo resultante, provoca una pérdida neta de carbono de los suelos. Considerando todo esto, el ganado es responsable de la friolera del 18 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, medidos en equivalentes de CO2, de acuerdo con Livestock's Long Shadow, un informe de la FAO del 2006. La eliminación del ganado sin duda haría una gran diferencia en los esfuerzos para controlar el calentamiento global.
¿Qué tan grande sería esa diferencia? Depende de lo que sustituyera al ganado y a la tierra que éste pasta. Ciertamente, donde las tierras de pastoreo volvieran a ser bosques –particularmente en áreas como la cuenca del Amazonas, donde el 70 por ciento de las tierras deforestadas son ahora tierras de pastoreo– el bosque renaciente secuestraría cantidades enormes de carbono. Las llanuras de América, también acumularían carbono en sus suelos si el pastoreo se detuviera. Pero en el África subsahariana, cualquier reducción del metano proveniente de los herbívoros domésticos probablemente sería -por lo menos parcialmente- compensada por un aumento de las emisiones provenientes de los herbívoros silvestres y de las termitas, que compiten con el ganado por el alimento. "Ciertamente, valdría la pena que alguien se tomara un poco de tiempo para observar esto", dice Philip Thornton, científico de sistemas agrícolas del International Livestock Research Institute.

Costos ocultos

Entonces, un mundo libre de carne, sería más verde en muchos aspectos: menos tierras de cultivo, más bosques y –presumiblemente- mayor biodiversidad, menos emisiones de gases de efecto invernadero, menos contaminación agrícola, menor demanda de agua potable -y la lista sigue. Es evidente que si los huevos, la carne, y la leche fueran a juicio por delitos contra el medio ambiente, la fiscalía la tendría muy fácil. Y eso sin hablar de cuestiones de bienestar animal.
Pero espere. Si todo el mundo optara por renunciar a la carne, también habría costos importantes. Es cierto que en la actualidad la mayoría del ganado es alimentado con granos que de otra forma la gente podría comer, pero esto no tiene por qué ser así. Durante la mayor parte de la historia humana, vacas, ovejas y cabras pastaban en terrenos que no eran aptos para la labranza, y al hacerlo convertían hierba no comestible en carne y leche comestibles. Incluso hoy en día, un rebaño de ovejas o cabras, puede ser la forma más eficiente para conseguir alimento de las tierras marginales. En un mundo donde más de mil millones de personas no tienen lo suficiente para comer, retirar estas tierras de la producción sólo contribuiría a la inseguridad alimentaria. Por otra parte, en las tierras semiáridas o montañosas, unos niveles moderados de pastoreo podrían causar mucho menos daño ecológico que la agricultura.
Incluso los cerdos y pollos, que carecen de la maquinaria digestiva para comer pastura, no necesitan de granos. En su lugar, pueden subsistir con las sobras y con cualquier cosa que puedan forrajear. “Su cerdo doméstico sería su útil basurero", dice Tara Garnett, quien dirige la Food Climate Research Network de la Universidad de Surrey en Guildford, Reino Unido. "Usted da sus sobras a los cerdos, ellos se ocupan de su basura, y usted obtiene carne." Alimentado de esta forma, el ganado representaría una ganancia neta de calorías y proteínas en la dieta humana, mientras se encargaría de un estimado del 30 al 50 por ciento de los alimentos que van a la basura -un beneficio que un mundo libre de carne no tendría. La mayoría de las granjas porcinas y avícolas se están perdiendo esto, ya que los animales comen alimentos comerciales basados en granos.
Otra desventaja sería la desaparición de los subproductos animales. Un mundo libre de carne tendría que sustituir los 11 millones de toneladas de cuero y los 2 millones de toneladas de lana provenientes de la ganadería cada año. No sólo eso, muchos agricultores perderían el estiércol, aunque el uso de fertilizantes animales es menos importante de lo que alguna vez fue. "El estiércol se ha convertido en una fuente menor de nitrógeno en todos los principales países agrícolas. No carece de importancia, pero representa probablemente menos del 15 por ciento del nitrógeno total", dice Vaclav Smil, científico ambiental en la Universidad de Manitoba en Winnipeg, Canadá.
Incluso los vegetarianos fervientes reconocen que los productos lácteos e incluso la carne pueden ser algo bueno en los países más pobres. "Si bien no hay duda de que una reducción considerable del consumo de carne tendría un beneficio ambiental, debemos ser cuidadosos a la hora de decir que la mejor solución sería que todo el mundo se hiciera vegetariano", dice Pinner. Porque para mil millones de los residentes rurales más pobres del mundo, un animal o dos pueden representar su única esperanza realista para obtener un pequeño ingreso adicional, y un poco de proteína animal puede hacer una gran diferencia en una dieta marginal.
¿Y si nos decidiéramos por una dieta vegetariana en lugar de una vegana? Después de todo, la leche y los huevos son formas muy eficientes para producir calorías animales, sólo son superados por los pollos de engorda criados en granjas industriales. Por desgracia, un sistema ganadero que sólo produjera leche y huevos, simplemente no funcionaría bien en la práctica.
"Es difícil cambiar a una dieta libre de carne pero que incluya a la leche, porque no se puede producir leche sin carne", dice Helmut Haberl, un ecólogo social del Instituto de Ecología Social en Viena, Austria. Las vacas lecheras deben parir cada año para seguir produciendo leche, y sólo la mitad de sus crías serán hembras. Mientras muchos vegetarianos ven razones morales para no matar y comer a los machos –o a las vacas lecheras retiradas- seguramente no existen razones prácticas para desperdiciar tanta carne. Argumentos similares se aplican a las gallinas ponedoras.
Así que, aunque un mundo libre de carne suena bien en el papel, es probable que en un futuro utópico aún existan algunos productos de origen animal. Y estamos hablando de carne, no sólo de leche y huevos. Entonces, las verdaderas preguntas son, ¿qué tanta carne queremos?, y, ¿cómo la produciremos?
Las respuestas dependen del enfoque que se le dé a la cuestión. Lo más sencillo es asumir que el mundo continuará demandando cada vez más carne. Así es cómo van las cosas por el momento (ver "Riqueza =Carne").
Bajo este escenario, el objetivo será producir el máximo de carne al menor costo ambiental. Eso significa menos ovinos y bovinos paciendo libres en pasturas bucólicas y más animales, especialmente pollos, atiborrados en corrales de engorda o en galpones con alta densidad de animales. "Si usted va a mantener algunos sistemas ganaderos, creo que los únicos que usted querrá mantener son los intensivos", dice Walter Falcon, un economista agrícola de la Universidad de Stanford en California.

Pasto indigerible

Esto se debe a que pastar es inherentemente ineficiente. Los animales queman grandes cantidades de energía recorriendo el terreno alimentándose de pastos relativamente indigeribles. Crecen más lentamente que los animales de engorda y, en consecuencia, emiten más metano durante su vida. Por ejemplo, una vaca en una pastura de los EE.UU., emite 50 kilogramos de metano al año, en comparación con los apenas 26 kilogramos en un corral de engorda, de acuerdo con Livestock's Long Shadow.
Pero incluso una vaca de engorda es un productor de carne mucho menos eficiente que un cerdo o un pollo industrial. Si bien estos consumen una dieta principalmente basada en granos, compitiendo así directamente con los humanos por el alimento, son relativamente buenos convirtiendo el alimento en carne, mientras que producen poco o nada de metano. Esto mantiene bajo su costo ambiental: un kilogramo de carne de pollo industrial representa emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a sólo 3,6 kilogramos de CO2, un kilogramo de carne de cerdo, 11,2 kilogramos, y un kilogramo de carne de res, 28,1 kilogramos, según un análisis realizado por Bo Weidema de la consultoría en desarrollo sostenible 2.-0 LCA con sede en Aalborg, Dinamarca.
Por supuesto, este tipo de operaciones intensivas también ocasionan otros problemas, en particular la eliminación de grandes cantidades de estiércol. En teoría -y cada vez más en la práctica- la mayor parte de este estiércol podría utilizarse para generar biogás y, posteriormente, electricidad. Si todo el estiércol que produce el ganado en los EE.UU. fuera procesado de esta manera, se podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en alrededor de 100 millones de toneladas anuales, lo que equivale al 4 por ciento de las emisiones producidas por la generación de electricidad (Environmental Research Letters, vol 3, p 034002). Con los incentivos adecuados, las granjas de ganado intensivas podrían ocasionar menos daño ambiental de lo que hacen hoy en día.
Sin embargo, existe otra alternativa: tratar al ganado como parte del ecosistema. Garnett visualiza devolver a los animales a su rol original como unidades de eliminación de residuos, comiendo restos de comida y pastando en tierras no aptas para cultivos. "En ese contexto," dice ella, "las emisiones de metano por animal serían mayores, pero las emisiones totales se reducirían ya que habría menos animales."
Por supuesto, menos animales significan menos carne. Cuánto menos, nadie lo sabe realmente. En una primera aproximación, Garnett advierte que aproximadamente la mitad de la producción mundial de carne proviene de granjas intensivas, y ninguna de ellas sería permitida bajo el enfoque ecológico. Lo que quedaría serían aquellos ranchos donde los animales pastan en tierras marginales y no son alimentados con granos -alrededor del 10 por ciento del total de hoy- y un mayor número de explotaciones mixtas, donde el ganado se alimenta de residuos de las cosechas y de las moliendas, y de otros desechos.
Dicho futuro requeriría un ajuste mayor en las preferencias alimenticias. La gente tendría que comer menos carne, especialmente en el occidente hambriento de carne. No sólo eso, sino que también tendría que cambiar el tipo de carne que comemos. "Usted no va a obtener pollos gordos y pechugones alimentándolos con desechos domésticos y dejándolos picotear en busca de gusanos. Usted obtendrá un animal mucho más flaco", dice Garnett.
¿La gente realmente aceptaría consumir carne de res costosa y pollos de corral escuálidos, tal vez una o dos veces por semana? En la actualidad, ciertamente, la mayoría no lo haría, optando por el precio y la abundancia sobre el impacto ambiental. Pero el cambio ocurre. Dada la deforestación, la erosión del suelo, la contaminación del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero que se producirán si la producción de carne en todo el mundo sigue aumentando, algunas personas ya están optando por comer menos carne. Y el mensaje es, definitivamente menos, pero no nada.

Riqueza = carne
AFICIÓN POR LA CARNE: Conforme la gente se hace más rica, tiende a comer más carne.



Persuadir al mundo para que coma menos carne parece una tarea complicada. País tras país, conforme la gente se vuelve más rica come más carne. Entre 1980 y 2002, el consumo de carne per cápita en los países en vías de desarrollo se duplicó a 28 kilogramos por año, y se prevé que para el 2030 aumente a 37 kilogramos por año.
Eso es aún menos de la mitad de lo que come actualmente una persona promedio en el mundo desarrollado, y la demanda sigue creciendo. En occidente, en el año 2002 el consumo de carne per cápita fue casi 8 por ciento mayor que en 1992.
Cuando se agrega esto a la creciente población, la mejor estimación de las Naciones Unidas es que para el año 2050 el mundo tendrá que producir más del doble de carne que en la actualidad -un aumento que sería desastroso para el medio ambiente.

5 Comentarios, Agrega el tuyo whore xD:

ke se yo !! dijo...

a pzz ta kabron nose puede konvencer a tanta jente ke se aga vegetaria pero kreo ke si se puede konvencer a ke koman menos karne i io empezare mi dieta de solo komer 2 veces ala semana karne prr ni puta idea de todo esto buen post L4ger :D

Aurora Campos Torres dijo...

una buena forma de consumir carne sin degradar el ambiente es la cunicultura o sea la cría de conejos una sola coneja produce 112 kilos de peso en vivo cada año mientras que una vaca produce solamente 35 kilos, la coneja lo produce en un metro cuadrado y la vaca en una hectárea y la coneja solo consumirá de alimento la tercera parte de la vaca, la carne,la piel y los excrementos del conejo son tan buenos como los de la vaca...el estiércol es mejor,inclusive existe desde hace mucho la llamada cunicultura urbana porque permite que una familia en cualquier ciudad produzca sus propios alimentos de forma económica,en un área pequeña sin contaminar y sin competir con el hombre ademas su carne es de mas calidad que la de otros animales no tiene colesterol, bajo en grasa y sin sodio ademas de tener un magnifico sabor....si no me creen busquen información para corroborar mis datos...

Anónimo dijo...

Recuerda, fue en la disidencia de la utopía
donde se fraguó la estructura de la indiferencia.
LIBERACION ANIMAL ES UN SUEÑO , YO LO LUCHO

Anónimo dijo...

PROPIEDAD PRIVADA

Fiesta humana: tragedia animal.
Sentados a la mesa carroñera.
Alegría; nada que celebrar.
Orgía alimenticia cadavérica.

Si te suben el sueldo,
lo celebras con muerte.
Si te casas, el banquete
justifica su suerte.
Te enamoras, Navidad,
la cena de empresa...
Por todo: muerte y más muerte.

Y es que les vemos como
vida productiva, y propiedad privada.

Tejidos nerviosos, desgarrados.
Trozos de músculos, arrancados.
Consumes libertad igual que sufrimiento.
Un trozo de carne: un lamento.

Porque la quieres tanto
le regalas la piel de alguien desollado.
Y el perfume que te cautiva
en heridas abiertas fue experimentado.

¿Por qué no sabes? ¿Por qué no quieres?
Tus zapatos dejan huellas sangrantes.
Y el color rojo carmín de tus labios
provocó otro rojo doloroso antes.

Justificando sueldos sociales,
con la excusa de curar a diferentes,
la angustia, pruebas experimentales
no les son iguales.

Hoy que tienes tiempo libre
enseñas a tus hijos cómo divertirse
con esos animales humillados, encarcelados,
toda su vida en un circo condenados;
o con cultura popular, tradiciones
atravesando cuerpos con hierros cortantes,
entre aplausos y sonrisas hasta derrumbarse,
vomitando sangre, sangre...

Después, sin haber pensado,
comeremos peces asfixiados,
crustáceos escaldados,
huevos de presas de por vida,
liberadas por cuchillos
cuando la productividad ha caído,
y leche de mamífero diverso
que su bebé no pudo tomar
porque...Ya está muerto.

Todos son propiedad privada
desde el comienzo de su vida
hasta que no les queda nada.

El machismo, el racismo, fascismo y especismo
se basan en prejuicios iguales:
la dominación, la superioridad,
el egoísmo de lo mío es antes.

Anónimo dijo...

La única solución es la merma de la población mundial de humanos en al menos un 90% de los que ahora somos.El ser humano es una mierda que ha caido en este planeta y que no le aporta nada al mismo;tal vez la naturaleza decida quienes se quedan después del día del restableciemiento,aunque si la palmamos todos tampoco se perdería gran cosa. tttooo1@live.com

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