Pasele a sentarse

Tomar asiento puede ser una acción sumamente dolorosa si lo haces en una de las siguientes sillas. Aquí te presento algunas sillas de tortura verdaderamente terribles (más una silla verdaderamente curiosa) que se usaron, en su mayoría, hasta a finales del siglo XIX.

El modelo de la imagen (en algunos casos con variaciones) fue usado en toda Europa durante la inquisición romana a finales del siglo XIX. Ésta en particular se encuentra en el Kriminalmuseum de Rotenburgo. La silla está cubierta de puntas en su totalidad: respaldo, descanso de brazos, asiento, apoyapiés y piernas.

Este otra silla del mismo modelo se ubica en la Fortaleza de San Leo, Italia, antigua prisión papal. En algunos casos se ponía carbón caliente bajo el asiento.

Como les decía hubo muchas variaciones de la misma silla, esta versión más simple se encuentra en el Museo de la Tortura en Zywiec, Polonia.

Esa terrible silla que ven es la llama Silla Judas, creada supuestamente por los españoles durante la inquisición española (1478-1834). También se uso en otras partes de Europa. La persona era sentada con la punta insertada en el ano o vagina y luego era bajado usando cuerdas. Algunas teorías sugieren que el efecto era estirar el orificio por un largo período de tiempo, o empalar lentamente (ser atravesado).

Y Asia no se podía quedar atrás. Esta silla de tortura china esta hecha de madera y 12 cuchillas de acero, se usó durante los siglos XVIII y XIX.

Esta silla cubierta de cactus fue usada por los arabes en el año 250 d.c hasta 1215